domingo, 17 de marzo de 2013
PORTADA DE: ADIOS ESPIA-LOU CARRIGAN
Miky Grogan estaba encantado de la vida. Había almorzado como un rey, el café era
auténtico de Arabia, la botella de coñac proclamaba a gritos su procedencia francesa, y el
cigarro que tenía en los dientes era de Cienfuegos, allá en Cuba. Si además de todo eso,
tenía ante él a la más hermosa mujer del mundo..., ¿qué más demonios podía pedir un
hombre en su sano juicio? Nada.
Absolutamente nada.
—Yo diría—sonrió Brigitte—que usted se siente satisfecho de la vida, querido jefe.
—Por completo... — admitió Grogan, suspirando—-. No es frecuente que usted me invite
a almorzar en su apartamento. Se está tan bien aquí, que por mi gusto no saldría jamás.
—Acabaría aburriéndose.
—¿De usted?—exclamó Grogan.
—Del apartamento—rió Brigitte—. Yo no soy mujer con la que un hombre pueda
aburrirse, querido... Aunque ese hombre viva quinientos años. ¿No está de acuerdo?
—Hija de mi vida... ¿Cómo no voy a estar de acuerdo?—gimió el director del matutino
neoyorquino «Morning News»—. Lo malo es que dudo mucho que un hombre resista
quinientos años a su lado. Mmm... De todos modos, me gustaría probarlo.
—Usted es un sinvergüenza—amonestó Brigitte, risueña.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario